jueves, 21 de junio de 2012

Una Forma De Vida

La ilusión invitaría a pensar que el intercambio epistolar debería protegernos de semejante escollo. Es falso. Los otros tienen muchas maneras de desembarcar en tu casa y de imponerse. He perdido la cuenta de los comunicantes que algún día me han dicho que eran como yo, que escribían como yo. Melvin Mapple había encontrado una manera singular de asimilarse a mí.

Las personas son como países. Resulta maravilloso que haya tantos y que una perpetua deriva de los continentes propicie que se encuentren islas nuevas. Pero si esa tectónica de las placas lleva un territorio desconocido hasta tu orilla, la hostilidad aparece de inmediato. Sólo quedan dos soluciones: la guerra o la diplomacia.

Tengo tendencia a inclinarme por esta última. Sin embargo, no sabía si mi última carta a Melvin pertenecía a esta categoría. Venció mi deseo de enviársela: su reacción ya me informaría sobre la naturaleza de mi mensaje.

Extraído de “Una forma de vida” de Amélie Nothomb. Ed. Anagrama

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