viernes, 20 de abril de 2007

Prison Break

Finiquitada la 2ª temporada de Prison Break ya es hora de comentar esta serie tan adictiva. Decir en primer lugar que el argumento no es que sea la repanocha; una conspiración que afecta a la Casa Blanca, a los Servicios de Inteligencia de los EE.UU. (pronunciese al estilo Borat), y tiene como consecuencia la fuga de varios presos entre ellos los protagonistas; los hermanos Lincoln Burrows y Michael Scofield. Luego como en toda serie de televisión hay cosas tan poco creíbles como que un preso tenga el cuerpo tatuado con el plano de la cárcel y todo su plan de fuga, le cosa un veterinario a un tipo la mano y haga un transplante casi perfecto, que tengan mil oportunidades de pegar un tiro a los protagonistas y siempre se salven, o por poner un ejemplo más que una doctora yonkie sepa capaz de comprender absolutamente todos los mensajes que le manda un preso, del que por supuesto se ha enamorado y es el protagonista. Pero así es la televisión. Que conste que me ha gustado casi toda la serie, a excepción de los últimos capítulos de la segunda temporada donde ha habido precipitación en resolver varios momentos de la trama. Espero con ganas que empiece la tercera temporada para ver cómo se las apañan Scofield, Burrows y la doctora Tancredi, y supongo que nuevos personajes por que como ya habréis podido comprobar los guionistas se cargan hasta a su padre si hace falta.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

venga venga..yo me creo más que Scoffield se tatue el plano de la carcel y se pire tranquilamente q lo que te pasó a ti un sábado por la noche con 2 filetes de lomo de la nevera!!
JAJAAJAJAJAAJJAJAJAAJAJAJAJAA

luego te veo..

xD

Sergio H dijo...

mamonazo xD

hangthedjhavuelto dijo...

Esta es la mejor serie que hay, mucho más que los pesaos de Perdidos. Hay trama, emoción, giros inesperados y algunos desenlaces. Todavía no he visto el final de la segunda y me muerdo las uñas después de cada episodio.

Fernando López Mateo dijo...

Tienes razón que hay 'lagunillas', las que citas y muchas más, pero hay que reconocer que engancha, más dentro de la cárcel que fuera eso sí

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