martes, 11 de marzo de 2008

Residuos

"Después de esto nos escribimos con más frecuencia. Nuestras cartas adquirieron un trasfondo sexual, algo que nunca había sucedido en nuestra amistad cuando estábamos juntos. Empecé a imaginarme haciendo el amor con ella. Desarrollé para mis fantasías varios escenarios en los que tendría lugar nuestra primera seducción, la cual reproduje, refiné, edité y volví a reproducir.

En uno de estos escenarios nos encontrábamos en el recibidor de mi apartamento entre la cocina y el baño, instantáneas de París y Chicago, donde nunca había estado, irrumpían con ventanas de bares enmarcadas entre rascacielos y canales ventosos, que luchaban por abrirse paso entre las paredes amarillas. Yo decía algo ingenioso y sugestivo, a lo que Catherine respondería: "Tendrás que enseñármelo" o "¿Por qué no me lo enseñas?" o "Realmente vas a tener que enseñármelo", y luego nos besábamos flotando hacia la habitación. En otra versión estábamos en algún lugar en el campo. Yo iba conduciendo mi Fiesta, luego detenía el coche y aparcaba al lado de algún prado o bosque. La miraba de perfil por que estaba más guapa, con su pelo rizado tapándole la mitad de su mejilla. Me acercaba a ella y ella se volvía hacia mí, nos besábamos y terminábamos haciendo el amor dentro del Fiesta mientras las copas de los árboles repletas de pájaros gorjeaban y chillaban extasiadas."

Extraído de "Residuos" de Tom McCarthy Ed. Lengua de Trapo

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