lunes, 20 de octubre de 2008

El Círculo Cerrado

"Cuando ya estaban los dos completamente borrachos y muy bien comidos, Rolf le dijo a Paul:
- Se podría decir perfectamente que un macho no es más que una hembra defectuosa. ¿A ti qué te parece?
- No estoy muy puesto en esa teoría - respondió Paul frunciendo el ceño.
- Bueno, la puedes considerar desde un punto de vista biológico -dijo Rolf-. La mera presencia del cromosoma Y ya es señal de imperfección. Pero ni siquiera hay que concretar tanto. Es pura lógica. Fíjate en la camarera, por ejemplo.
- Lise
- Lise. ¿Se llama Lise? ¿Nos lo ha dicho?
- Sí, varias veces.
- Bueno, pues fíjate en ella..., subiendo y bajando corre que te corre por esa escalera, siendo tan encantadora con todo el mundo sin el menor esfuerzo. ¿Cuántos años tendrá? ¿Veintiuno, veintidós? Mira cómo la seguimos con los ojos. ¿Pero qué sabemos de ella? Sólo que es joven, y que tiene un cuerpo que nos hace babear. Aparte de eso, nada de nada. Podría ser una asesina en serie perfectamente. Y, sin embargo, cualquiera de los dos, con un par de copas más, pondríamos nuestra vida familiar en peligro si nos pidiera que nos fuésemos con ella a su casa. ¿O no? Es un trastorno patológico del sexo masculino. No somos fieles, no tenemos instinto de protección de nuestro nido, ni todas esas cosas tan sanas y naturales con las que nacen las mujeres. Somos defectuosos. Un hombre no es más que una mujer defectuosa. Así de simple".

Extraído de "El Círculo Cerrado" de Jonathan Coe. Ed. Anagrama

1 comentarios:

Fernando López Mateo dijo...

Un texto de lo más sugerente, que desde luego daría pie a un buen debate

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