martes, 6 de julio de 2010

Desgracia

"- ¿Piensas quedarte una temporada? -le pregunta.
- ¿Una semana? Digamos que una semana. ¿Podrás soportarme durante tanto tiempo.
- Puedes quedarte todo el tiempo que quieras. Solo me da miedo que te aburras.
- No me aburriré.
- Y al cabo de esa semana, ¿adónde piensas ir?
- Todavía no lo sé. Puede que siga viajando, que haga un largo viaje sin destino concreto.
- Pues que sepas que aquí eres bienvenido si quieres quedarte.
- Es muy amable que digas eso, querida, pero prefiero conservar tu amistad. Las visitas prolongadas no son provechosas para las buenas amistades.
- ¿Y si no lo llamamos visita? ¿Y si dijéramos que has venido a refugiarte? ¿No aceptarías refugiarte aquí por tiempo indefinido?
- ¿Quieres decir asilo? Las cosas todavía no se han puesto tan difíciles, Lucy. No soy un fugitivo.
- Rosalind me dijo que el ambiente allá era muy hostil.
- Yo me lo he buscado. Me ofrecieron una solución de compromiso que no quise aceptar.
- ¿Qué clase de compromiso?
- Reeducación. Reforma de mi carácter. La palabra clave fue consejo.
- ¿Y acaso eres tan perfecto que no puedes aceptar ni un solo consejo?
- Es que me recuerda demasiado a la China maoísta. Retractación, autocrítica, pedir disculpas en público. Soy un hombre chapado a la antigua, prefiero que en tal caso me pongan contra la pared y me fusilen. Así habría terminado todo."

Extraído de "Desgracia" de "J.M. Coetzee". Ed. Mondadori

1 comentarios:

desconvencida dijo...

Soy fan de Coetzee desde que leí este libro... leerle me ha ayudado a entender mejor un país tan complejo como Sudáfrica...

Publicar un comentario