"Me hundo en la almohada todo lo que puedo y echo la cabeza atrás para explorar una zona que aún no he visto. ¡De ahí es de donde viene esa luz tan intensa! En la pared hay varios tubos de neón montados en fila y cubiertos por una madera para no cegarte completamente. Me fijo en el dibujo y sólo aprecio chochitos. Siempre que veo tablas alineadas de madera veteada distingo chochos de todas las formas y tamaños. Como en la puerta de mi cuarto en casa. Las puertas suelen estar recubiertas de esas capas de madera delgadas dispuestas simétricamente. Es como en las clases de arte de cuando era pequeña. Se borronea algo con acuarelas y mucha agua en el centro de una hoja, se dobla, se aprieta brevemente, se vuelve a desdoblar y queda lista la pintura del chocho. Hago un esfuerzo para apreciar algo distinto en la cubierta de los tubos de neón. Es imposible. ¡Sólo veo coños! Pulso el timbre de emergencia. ¿Qué podría desear? Rápido, hay que inventarse algo".
Extraído de "Zonas húmedas" de "Charlotte Roche". Ed. Anagrama
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