domingo, 19 de junio de 2011

El Arte De Volar

"Mi padre se suicidó el 4 de mayo de 2.001. Nadie sabe cómo un hombre de su edad y en sus estado pudo burlar los controles de vigilancia, subir hasta la cuarta planta, encaramarse a una ventana y arrojarse al vacío.
Yo sí sé cómo lo hizo. Soy el único que puede saber cómo lo hizo porque, aunque no estaba allí, estaba en él. Siempre he estado en él porque un padre está hecho de sus hijos posibles, y yo soy el único hijo que le fue posible a mi padre. Desciendo de mi padre, soy su prolongación y, cuando todavía no había nacido, ya participaba, como potencial genético, de todo lo que le ocurría. Por eso sé cómo murió y también cómo vivió. Me contó muchas veces sus peripecias, incluso, para paliar los primeros síntomas de la depresión, le insistí en que las escribiera. Dejó doscientas cincuenta cuartillas de letra apretada y rebosante de recuerdos. Pero lo que sé de él no es por haberlo oído o leído. Lo que sé de su vida es porque, como he dicho, yo estaba en él o, quizá, era con él, y ahora una vez muerto, él está en mí. Así que puedo contar su vida con la verdad de sus testimonios y la emoción de una sangre que aún corre por mis venas. De hecho voy a contar la vida de mi padre con sus ojos pero desde mi perspectiva. Puedo por lo tanto asegurar que fue así como se suicidó. Pero igualmente asegurar que, aunque parecieran unos pocos segundos..."
 Extraído y adaptado de "El arte de volar" de Antonio Altarriba y Kim. Edicions de Ponent

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