"- ... Comprendo su insistencia, pero créame que estoy totalmente impedido para ayudarle. Con su sueldo y no trabajando su esposa. Me es imposible concederles el préstamo hipotecario. Si ustedes tuvieran alguna cosa como garantía podríamos intentar algún tipo de arreglo...
- ¡Yo no quiero ningún préstamo! ¡ Esto es desesperante, joder!
- Le aconsejo que se calme. En mis más de veinte años como director de esta sucursal..."
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