domingo, 22 de abril de 2007

El Día del Domund

¡Quién carajo diseñaría esta maldita hucha! Joder con los ingenieros del Domund. Anda que no pensaron los cabritos. ¿Y este celo?, seguro que conocen milímetro a milímetro la posición de cada trozo. ¡Qué asco!, lleva aquí puesto desde hace siglos. Me recuerda el que sujeta el forro de los libros de la prima MªJosé. Es pegajoso, ¡es como moco! ¡puajjj!, moco de cura antiladrones. Pero, ¿cómo me las voy a apañar para llevarme mi parte? Llevo toda la mañana pateándome el barrio y no voy a poder sacar unas cuantas monedas para jugar unas partiditas. ¡Qué mierda! ¿Y si quito el celo y luego pongo uno nuevo? Se va a notar. No puedo. Como me pille el Hno. José María la cago. Me expulsarán del colegio seguro y el pedazo de bofetón que me dará mi padre no lo olvidaré nunca. ¡Joder! ¿qué puedo hacer? Dios mío, no creo que sea un pecado tan gordo, sé que tú me perdonarás, además te rezo todas las noches, me porto bien. Sólo quiero unas monedas. Se las pediría a mi madre pero no me las va a dar. ¿Para qué las quieres?, me va a preguntar y como no sé poner cara de mentir me va a pillar y encima me echará la bronca. ¡No se te ocurra ir a los recreativos! ¡como te vea! ¡vas a ver tú como te vea ahí dentro! ¡Mamá que yo ahí no entro, de verdad! Es que me quiero comprar un block nuevo. ¡Te aguantas!

Vamos a ver; poniendo boca abajo la hucha no caen, metiendo un cuchillo tampoco, no sé cómo lo hacen en las pelis. Sólo sé que llevo toda la mañana pasando frío entre la niebla, poniendo pegatinas rancias a viejecitas y a señores con bigote que huele a puro, con carita de bueno y las manos congeladas de frío y ¿no me voy a poder llevar nada? Es injusto, yo no sé que van a hacer con el dinero. Yo también soy pobre. Pobre es el que no tiene dinero y yo no tengo un duro. ¡Ostrás! Aquel señor de la papada metió un billete de mil pelas delante de aquel grupo de señores. Los demás no se estiraron nada. Qué rancios. Pues para rancia la señora esa que llevaba una red en la cabeza. ¿Para qué será eso? Para mí que llevaba peluca. Bueno, la abro o no la abro.

Todavía recuerdo la hostia que me dio mi padre al día siguiente cuando llegué a casa.

CHON ORALLO (GENERACIÓN XXI, FEBRERO 1.999)

1 comentarios:

Unknown dijo...

Me ha encantado! Dichoso DOMUND! Recaudar para probes no, recaudan para obras misionales=convencer a infieles, ovejas al redil

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