"Un amigo mío que fue presidente de una potencia mundial me explicó que, cuando llegas al poder, lo primero que descubres es que tienes en tus manos miles de artilugios creados para hacerles la vida imposible a los demás. Y que lo más difícil es resistirse a usarlos. Queda totalmente descartado eliminarlos, ya que antes de que lo consigas, los utilizarán contra tí sin contemplaciones. Tal es la bilis de sus guardianes. Nadie sabe de quién fue la idea y, de todas formas, habría que buscar una palabra para distinguirla de las otras ideas, una palabra fuertemente escatológica que fuera lo bastante universal y no llegara como una advenediza a un mundo en que el cerebro y el culo están más cercanos de lo que sugiere la distancia que los separa."
Extraído de “Cómo caza un dromerario” de Víctor Nubla. Ed. Blackie Books