Imperdonable. Sí, lo sabemos. Quince meses después escribimos una nueva entrada de una de las secciones más aclamadas de esta bitácora. Nuestras más sinceras disculpas. Para el que ya no recuerde de qué hablábamos aquí lo resumimos fácilmente. Se recomiendan, por un lado, nueve muy buenas películas y, por otro, tres nauseabundas. Comenzamos, como siempre por las potables.
Tiene el honor de ocupar el primer puesto "Una mujer en la playa" de Jean Renoir. El teniente Scott Burnett cae rendido ante Peggy, una misteriosa mujer que un día se encuentra paseando por la playa. Peggy está casada con el posesivo Tod Butler, un afamado pintor que quedó ciego tras una discusión con Peggy. Hasta ese día Scott estaba decidido a casarse con su prometida Eve, pero las secuelas de su etapa como militar, su obsesión por Peggy y el hecho de estar convencido de que Tod finge su ceguera le harán dudar sobre su futuro más inmediato. La interpretación de Joan Bennett es magistral.
En segundo lugar, la magnífica "Hara-kiri: Muerte de un samurai". Takashi Miike da su toque personal a la obra de Masaki Kobayashi de 1963. Muchos de los últimos samurais vivieron sumidos en la pobreza, sin trabajo alguno y sin apenas nada que llevarse a la boca. Tan solo les quedó su honor, que en aquellos días no significaba absolutamente nada. Hanshiro, un samurai en estas circunstancias, intenta a la desesperada conseguir algo de dinero para salvar a su mujer e hijo recién nacido. El plan es pedir morir ante el gran guerrero Kageyu, esperando ablandar su corazón, ser denegada su petición, conseguir unas monedas y a partir de ese momento intentar vivir con menos dificultades.
Martin Scorsese ocupa el tercer escalón del podio con "La invención de Hugo", una película tierna y cercana que supone un tributo en toda regla al cine. Hugo Cabret es un niño de 12 años que se ocupa del mantenimiento de los relojes de la estación parisina de Montparnasse. Desde que murió su padre ha vivido bajo la tutela de su tío, relojero de profesión, persiguiendo el sueño de reparar un autómata estropeado. Hugo añora el contacto humano y las tardes en que su padre le llevaba a ver las películas de Georges Méliès. Pero todo cambiará cuando, en primer lugar, el propietario de una tienda de juguetes, al que Hugo le hurta piezas para reparar su autómata, confisca el cuaderno en el que están las instrucciones para reparar su autómata y después cuando conoce a Isabelle, la ahijada del juguetero.
En segunda fila nos encontramos con la irreverente comedia "El mundo es nuestro". Muy lejos de la risa fácil, este atraco frustrado a una sucursal bancaria en plena crisis del país bebe de maestros como Azcona o Berlanga. Crítica explícita contra el sector bancario, empresariado, medios de comunicación, fuerzas de seguridad del estado, políticos, etc. Y además carcajadas aseguradas.
Quinta posición para Tim Burton y su Frankenweenie, que en 2.012 hizo el sueño realidad de convertir en película el cortometraje de mismo nombre que creó en 1.984, basado a su vez en Frankenstein de Mary Shelley. El joven Víctor no podrá asumir nunca que su querido perro Sparky haya muerto atropellado, por lo que decidirá devolverlo al mundo de los vivos. No es la mejor película de Burton, ni mucho menos, pero los fans pasarán un buen rato.
Sexta posición para otro grande del cine; Mr. Tarantino. Su esperado western arranca dos años antes de la Guerra Civil Estadounidense cuando el doctor King Schultz, un cazarrecompensas alemán se hace con los servicios de Django, un joven esclavo, para que reconozca a unos asesinos. Django y el doctor Schultz trabarán amistad y se proprondrán como objetivo liberar a Broomhilda, la mujer de Django, que está esclava en “Candyland”, la plantación del cruel Calvin Candie. Cien por cien Tarantino, es decir, hilarante, sanguinolenta y tremendamente absurda.
Séptimo puesto para una maravilla del cine español. Nos referimos a "Surcos", de José Antonio Nieves Conde una bofetada de realidad destinada a las personas que decidían emigrar del campo a la ciudad. Personas que confiaban en labrarse un futuro fácil en la capital y abandonar así las penurias del medio rural. Personas que se encontraban en un medio hostil y que por vergüenza no deshacían el camino. Cruel estampa de los años más duros de nuestra historia reciente.
Octava posición para "Atraco perfecto", la tercera película de Stanley Kubrick. Johnny Clay decide dar el último golpe de su vida e idea un plan infalible para hacerse con la recaudación de un hipódromo. Con lo que no cuenta Johnny es que Sherry Peatty, la mujer de uno de los ladrones, manipulará a su marido
para que le explique el plan que van a seguir y una vez conocido ella y su amante se apoderarán de todo el botín.
Último puesto para "Buscando un beso a medianoche" una digna película que aunque no deje una profunda huella sí que agrada a los sentidos. Último día del año, personas insatisfechas con su vida. La oportunidad de cambiar de vida con la entrada de un nuevo año y no nos referimos a aprender inglés o dejar de fumar. Una posibilidad entre un millón que podrá hacerse realidad, o no.
1. Una mujer en la playa (Jean Renoir, 1.947)
2. Hara-kiri: Muerte de un samurai (Takashi Miike, 2.011)
3. La invención de Hugo (Martin Scorsese, 2.011)
4. El mundo es nuestro (Alfonso Sánchez, 2.012)
5. Frankenweenie (Tim Burton, 2.012)
6. Django desencadenado (Quentin Tarantino, 2.012)
7. Surcos (José Antonio Nieves Conde, 1.951)
8. Atraco perfecto (Stanley Kubrick, 1.956)
9. Buscando un beso a medianoche (Scoot McNairy, 2.007)
Turno ahora para tres películas, a nuestro parecer infumables, aunque dos de ellas hayan recibido las más altas puntuaciones por parte de la prensa especializada.
Puesto número uno para "Los descendientes". El argumento tira para atrás desde el minuto uno. George Clooney es un reputado y adinerado abogado. Su familia es heredera de la realeza hawaiana y se enfrenta a la difícil decisión de vender unos terrenos vírgenes a las todopoderosas constructoras. De su firma dependerá el éxito o no de la operación. La mujer de George (es imposible ver el personaje que representa) sufre un accidente y se queda en coma. George descubre que su mujer tiene un amante. Toda su vida se derrumba y todo en lo que creía se tambaleará. Y nos preguntamos: ¿Todavía hace falta una tragedia en la vida de una persona para darse cuenta de lo que está bien y lo que está mal? Pues va a ser que no, a estas alturas de la vida que no nos vengan con gilipolleces ni moralinas.
Inclasificable y desconcertante. La duda entre gran película o timo todavía asoma mientras se escriben estas líneas. Nos decantamos por lo segundo. Con todos los respetos a un gran director como Alain Resnais cuando te levantas de la butaca con la sensación de no haber entendido nada y de haber perdido el tiempo algo ha fallado. Dos personajes difíciles con ganas de complicarse la vida coinciden por culpa del azar. A Marguerite le roban la cartera. Georges la encuentra y la devuelve. Intentos irracionales de acercarse a ella por parte de él. Intentos irracionales de acercarse a él por parte de ella. Nuevamente intentos irracionales de acercarse a ella por parte de él. Continúa con intentos irracionales de acercarse a él por parte de ella. Así unos 104 minutos.
Esto es nuestra venganza personal hacia Seth MacFarlane por haberse cargado a Bryan Griffin. "Ted el oso" es un intento fallido de llevar a la gran pantalla "Padre de familia". John deseaba de pequeño que su osito Ted estuviese vivo, y su deseo, como en "Big", se hizo realidad. Ted habla, se tira pedos, le tira a los palomos en exceso, fuma porros, etc. Vamos, lo mismo que Peter y Bryan Griffin, pero sin llegar a ser tan desternillante como en la serie de animación. No está a la altura en ningún momento. Bueno, cuando Ted contrata a unas cuantas fulanas y una de ellas se caga en el suelo del apartamento de John lloramos de la risa un buen rato. Pero poco más.
1. Los descendientes (Alexander Payne, 2.011)
2. Las malas hierbas (Alain Resnais, 2.009)
3. Ted el oso (Seth MacFarlane, 2.012)