domingo, 1 de junio de 2008

Nocilla Experience

"Los días que siguieron a aquella noche en la que Ernesto cruzó el puente de Brooklyn con Kazjana en coche de madera y a la mañana siguiente bajó a comprar pan y café para desayunar e intentó sin éxito bajarle el tirante de la camiseta, y después ella se fue para no verla más, aquellos días siguientes a todos esos acontecimientos, no se pudo quitar de la cabeza que mientras el humo del café subía por aquel soviético rostro, mientras partía rebanadas de pan que literalmente devoraba, le confesó que no era chechena sino alaskeña, y que de pequeña se había perdido con su padre, pescador de altura, mientras faenaban en el estrecho de Bering, para amanecer en la costa de lo que entonces era la Unión Soviética y quedarse allí para siempre. Tampoco se pudo quitar de la cabeza, en aquellos días siguientes, que la había dejado irse sin decir ni preguntar nada al respecto, que dejó que se despidiera con 3 besos, para ver luego desde la ventana cómo el automóvil de madera cruzaba la última catenaria del puente de Brooklyn. Casi inmediatamente había sacado una ración de pescado para descongelar porque ya eran las 12. Entonces pensó que la vida es una anuncio de teletienda al que le han eliminado el producto anunciado. Ése parece ser el paisaje".

Extraído de "Nocilla Experience" de Agustín Fernández Mallo. Ed. Alfaguara

1 comentarios:

Esquimal dijo...

Genial lo este libro y todo esa historia de la literatura post-poetica.

Estoy deseando que salga el tercero, pero por ahora, el mejor, ha sido el primero, Nocilla Dream.

De ese libro me gustan hasta los agradecimientos.

Saludos desde www.balbinablog.blogspot.com

Como veo o consigo Linda, Linda, Linda?

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