"En el nuevo semestre del cole me tocó la señorita Iris en tutoría. Como maestra está muy bien, es joven y usa cantidad de maquillaje. Tiene pelo rubio. Lleva las uñas pintadas y ropa fina como en la tele. Se pone perfume, una auténtica maravilla. Además es tranquila, tío, no grita nunca. Una vez nos dijo: "Niños, estoy dejando que me atropelléis", pero yo no la he atropellado.
(El semestre pasado me tocó Krepnik, que es malísima. Una vez Andy Debbs se metió el dedo en la nariz durante el recreo y Krepnik lo vio. Se puso a reñirlo: "Vaya crío más desagradable, ¿no te das cuenta de que es una costumbre espantosa?". Pero Andy no contestó nada porque es tímido, y ella le gritó: "¡Ve a lavarte las manos!" Andy se apoyó en el pupitre y entonces Krepnik le dijo que ahora también tendría que lavarlo. "¿Quién te ha enseñado semejantes modales?", gritó Krepnik, y Andy Debbs es del Hogar. La señora Krepnik es mala con los niños del Hogar porque son pobres, pero en mi opinión la que tiene costumbres espantosas es ella.)
Pero la señorita Iris es buena con todos. Pero una vez pasó una cosa. Llegué a mi casa y la señorita Iris estaba comiendo con mi madre. Mi madre dijo: "Dolores ha estado reunida con la Asociación de Padres y Maestros y al salir ha venido a visitarnos. ¿Quieres comer con nosotras, Burt?". Yo corrí a mi cuarto y cerré de un portazo. No es correcto ver a los maestros fuera del colegio. La señorita Iris llevaba pantalones."
Extraído de "Cuando yo tenía cinco años, me maté" de "Howard Buten. Ed. Blackie Books
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