"Testigo de cargo" fue dirigida en 1957 por el gran Billy Wilder. La trama, basada en una obra de Agatha Christie, versa sobre la defensa de un hombre educado y agradable, Leonard Vole, acusado de asesinar a una acaudalada señora que le había dejado como único beneficiario de la herencia. Sir Wilfrid Roberts, abogado de gran prestigio, se encargará de demostrar su inocencia basándose en la única persona que puede demostrar la coartada de su defendido, Christine su esposa. Esta película me dejó maravillado cuando la vi por primera vez y lo sigue haciendo siempre que la vuelvo a reproducir. Y lo hace por varios motivos; primeramente por la trama, segundo por la sublime interpretación de Marlene Dietrich (aunque el resto del elenco también lo bordan) y por último el desenlace. Uno de esos finales que no te esperas y te deja una sonrisa en la boca que tarda varios días en borrarse.
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