Flight Of The Conchords es la nueva serie que recomendamos ahora que llega el buen tiempo ya que el sentido del humor y el optimismo se nos agudiza. Humor absurdo, que en ocasiones llega a producir hasta vergüenza ajena, mezclado con una buena dosis de música pop es lo que nos propone la flamante productora HBO.
La trama narra la patética vida de los dos componentes del grupo de música Flight Of The Conchords. Bret y Jemaine son dos neozelandeses que aterrizan en Nueva York y con la ayuda de su lamentable mánager Murray intentan darse a conocer en la escena neoyorquina. Comparten piso, novias, citas, estupidez, y a su única fan, la cual desea ardientemente llevarse a la cama a cualquiera de los dos (o a los dos a la vez) y para ello se insinúa constantemente y se excita con la sola presencia de los componentes del grupo (aunque esté delante su marido).
Aprovechan cualquier ocasión para crear una canción, con letras absurdas y surrealistas, que bien pueden durar treinta segundos y estar destinadas a una postal de felicitación, como dos horas y estar dedicada a su amor. Estas canciones son incorporadas a la serie en forma de videoclip, pero no es ningún musical, si no que se integran en cada una de las situaciones creadas por los personajes en la trama.
Las carcajadas están aseguradas en todos los capítulos, sobre todo con la inutilidad suprema de su mánager Murray, y también con los diálogos entre Bret y Jemaine en cualquier momento de sus tristes días.
Por último decir que Jemaine Clement y Bret McKenzie son todo en la serie: Músicos, actores, guionistas y productores, y se recomienda verla directamente en inglés ya que la traducción de las canciones al castellano le hace perder muchos enteros a esta serie.
La trama narra la patética vida de los dos componentes del grupo de música Flight Of The Conchords. Bret y Jemaine son dos neozelandeses que aterrizan en Nueva York y con la ayuda de su lamentable mánager Murray intentan darse a conocer en la escena neoyorquina. Comparten piso, novias, citas, estupidez, y a su única fan, la cual desea ardientemente llevarse a la cama a cualquiera de los dos (o a los dos a la vez) y para ello se insinúa constantemente y se excita con la sola presencia de los componentes del grupo (aunque esté delante su marido).
Aprovechan cualquier ocasión para crear una canción, con letras absurdas y surrealistas, que bien pueden durar treinta segundos y estar destinadas a una postal de felicitación, como dos horas y estar dedicada a su amor. Estas canciones son incorporadas a la serie en forma de videoclip, pero no es ningún musical, si no que se integran en cada una de las situaciones creadas por los personajes en la trama.
Las carcajadas están aseguradas en todos los capítulos, sobre todo con la inutilidad suprema de su mánager Murray, y también con los diálogos entre Bret y Jemaine en cualquier momento de sus tristes días.
Por último decir que Jemaine Clement y Bret McKenzie son todo en la serie: Músicos, actores, guionistas y productores, y se recomienda verla directamente en inglés ya que la traducción de las canciones al castellano le hace perder muchos enteros a esta serie.
0 comentarios:
Publicar un comentario