"Gustavo el Incongruente nació inesperadamente a los seis meses de embarazo de su madre, suspendiendo durante cinco minutos la ópera Los hugonotes, pues nació en pleno palco del teatro de la Ópera.
Gustavo tuvo durante la niñez rasgos fantásticos. Intervino en su bautizo, protestando de que no le preguntase el cura, como en las barberías, 'si fría o caliente'; los dientes le salieron de la noche a la mañana, y un día recobró la palabra como un mudo para decir que su doncella dejaba que se bebiese su biberón el soldado que la festejaba.
En el colegio de párvulos tropezó en la sala de Física con el resorte de la electricidad y tuvieron que llamar a los bomberos y a los peritos electricistas para poder contener el estrago, aquella terrible trepidación de la casa como una potente fábrica".
Extraído de "El Incongruente" de Ramón Gómez de la Serna. Ed. Blackie Books
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